La Secretaría Nacional de la Vivienda y el Hábitat (Senavitat) ahora obliga a los bene- ficiarios para que realicen su aporte a fin de que se pueda autorizar el desembolso del subsidio.
Antes de realizarlo, los beneficiarios con el Fondo Nacional de la Vivienda Social (Fonavis) deberán entregar a los responsables de los Servi- cios de Asistencia Técnica (SAT) el 5% de lo que les corresponde aportar, importe equivalente a lo que el Estado no subsidia. El monto oscila entre 3 millones y 4 millones de guaraníes.
El 1 de agosto pasado el ministro Francisco Knapps firmó una resolución donde, por recomendación de su Dirección de Programas Habitacionales, deriva a los SAT que “presionen a la gente” para que les entregue la parte que el subsidio estatal no cubre, antes de que la Senavitat haga el desembolso. De esta forma, la suerte del beneficiario queda completamente en manos de los intermediarios, que en su mayoría son empresas de maletín sin infraestructura física ni profesionales para cumplir con su función real.
Presión. El beneficiario, al ser adjudicado con un subsidio, recibe un certificado. Ahora al recibir este certificado deberá anticipar su compromiso pagando a los SAT, según “el mecanismo de presión” que impuso el ministro Knapps (ver facsímil).
Según confirmó la arquitecta Liliana Rojas, encargada de uno de los SAT habilitados por Senavitat, el primer desembolso de la entidad es para compra del terreno; el segundo es para inicio de obra. Es decir, antes de que el beneficiario tenga su lote, deberá transferir dinero al intermediario. “Cómo voy a obligarles a las familias a que hagan su desembolso”, aseveró Rojas.
Si se compra el terreno o no, si se inicia o avanza la obra o no, lo deberá resolver el beneficiario con el SAT. Senavitat cada vez se aparta más de la consolidación de los proyectos como solución habitacional.
La resolución alcanza a los niveles 3, 2, 1, pero en realidad el anticipo es una constante en todos los niveles.
Los beneficiarios del nivel 4 del asentamiento Gaspar Rodríguez de Francia, de Itauguá, confirmaron que el SAT que les tocó, Ojetypeca, les obligó a depositar la suma de G. 3,5 millones. “Si no depositamos, no nos hará la casa, nos dijo Lourdes Meaurio, coordinadora general”, sostuvo Margarita Cabrera, presidenta del asentamiento.
Problema. La arquitecta Rojas –responsable del SAT de obras paradas en cimiento en J. A. Saldívar, a causa de que después de dos años de la entrega del subsidio la Senavitat solo desembolsó G. 300 millones– dijo que es otro problema la nueva disposición. Los beneficiarios depositaron hace dos años G. 1 millón en los bancos, monto que nunca más pudieron tocar, por estar bloqueada la cuenta por Senavitat. “Ninguna entidad financiera les quiere dar préstamos para cumplir con sus partes por las condiciones en que está la obra”, dijo la arquitecta.
Por otra parte, ayer se supo que el titular de la Senavitat, Francisco Knnaps, estaría renunciante al cargo. Se comenta que el Ejecutivo tomará una decisión en estos días.