Unas 10.525 viviendas sin concluir dejaron como herencia las administraciones anteriores al actual Gobierno.
La Secretaría Nacional de la Vivienda (Senavitat) deberá costear unos G. 350.000 millones para terminar la construcción de las casas abandonadas, que se encuentran en diferentes condiciones en todo el país.
Este año la actual administración se dedicará básicamente a resolver los problemas heredados, como las viviendas adjudicadas en el 2009 y no se terminaron de construir. Con esto, el Estado está sacrificando parte del presupuesto de este año en el intento de reactivar las obras.
“Muchas quedaron paradas por problemas de financiamiento. El año pasado hacia junio, prácticamente no había más casi dinero, agarramos la administración, encontramos este paquete bastante complicado y en algunos casos era problema de la institución que no estaba cumpliendo con las empresas y en otros casos las empresas no estaban cumpliendo con el Estado”, respondió el ministro de Senavitat, Francisco Knapps, al ser consultado de cómo resolverán la situación y sobre todo cómo resarcirán los daños.
Según el titular de Senavitat recuperarán contratos para terminar este año 7 mil de las viviendas que quedaron paradas. “Unos 1.500 contratos se rescindieron directamente”, agregó Knapps.
Cero terminadas. Martín Brandell, de la Federación Nacional de Familias de Extrema Pobreza (Fenafepo), dijo que “ni una casa hicieron todavía en esta administración. Lo único que hicieron fue techar 722 casas de las que quedaron inconclusas”.
“Este ministro tiene en su mano USD 75 millones y hasta hoy que estamos en la segunda mitad del año no hizo una sola vivienda”, sostuvo Brandell al calificar de inoperante al presidente de Senavitat.
En todos los programas de Senavitat quedaron viviendas sin concluir (ver info).
El ministro Knapps dijo no tener cuantificado cuánto se llegaron a pagar por las viviendas que no terminaron de construirse en gobiernos anteriores, específicamente en la época de Fernando Lugo y Federico Franco. Sin embargo el mismo mencionó que se dieron ventajosos anticipos, “en algunos casos al inicio de obra se llevaban hasta el 85% del costo del proyecto”, dijo.
Brandell indicó “que se desembolsaron los recursos pero bolsillearon. En algunos casos no había pólizas de seguros, están todas vencidas las pólizas que se firmaron”, aseveró el gremialista.
El mismo acusó de cómplice al actual ministro porque viene obviando un pedido de auditoría que solicitan las organizaciones sociales por el abandono de sus proyectos. “por qué ni hizo una auditoría, por qué no denuncia, por qué oculta información”, aseveró Brandell al arremeter en contra del titular de la Senavitat.
La directora administrativa, vía el asesor del ministro Knapps, Diego López, se negó a dar información respecto a esta situación que compromete al Gobierno una inversión de casi la mitad del presupuesto de la entidad, en el objetivo de solucionar los problemas. El ministro al ser requerido sobre esta situación dijo “eso no se calcula rápido. Ella está bastante atareada, y ya está mareada de tantas consultas”, dijo al referirse a las preguntas de ÚH.