23 abr. 2024

“Senavitat dejará de dar créditos, tiene cerca del 30% de morosidad”

La ministra Soledad Núñez, cuyo perfil es altamente aprobado por el presidente Horacio Cartes y su entorno, sale al paso de sus críticos y asegura en esta entrevista que espera construir unas 35.000 viviendas para el 2018.

Con muestrario.  Núñez defiende su gestión al frente de la  Senavitat  y asegura que bate el récord en ejecución presupuestaria.

Con muestrario. Núñez defiende su gestión al frente de la Senavitat y asegura que bate el récord en ejecución presupuestaria.

Por Cecilia Colinas

cecilia-colinas@uhora.com.py

La Secretaría Nacional de la Vivienda y el Hábitat (Senavitat) es para el gobierno de Horacio Cartes el principal sostén del discurso sobre la lucha contra la pobreza. Su titular, la ministra Soledad Núñez, defiende con cifras su gestión y afirma que viene luchando contra una estructura muy fuerte dentro de la entidad que busca embarrar su gestión. Asegura que no se postulará a ningún cargo y que no es Cartes el que está a favor de la reelección, sino los sectores políticos.

–Se discute la cantidad de viviendas construidas por la Senavitat. Un control cruzado que hizo el Senado habla de 7.034 viviendas construidas el año pasado y 741 en el transcurso de este año. ¿Cuántas viviendas construyó la Senavitat?

–Tenemos 13.769 viviendas culminadas a la fecha desde el 15 de agosto del 2013. El informe (que maneja el Senado) es un reporte parcial de metas productivas. Nosotros llevamos 51% de ejecución presupuestaria. Si uno hace cortes previos a la culminación establecida, uno va a ver resultados inferiores, como en el informe. En el primer semestre la culminación de las obras es más baja que en el segundo, porque las obras inician entre marzo y abril y no pueden culminar en junio, por eso tiene esa información el Senado. En el trascurso de este año entregamos más de 3.500 viviendas.

–¿Por qué hay programas con nula ejecución como los créditos para la vivienda y la construcción en asentamientos indígenas?

–Estamos trabajando con el Ministerio de Hacienda para que la institución deje de otorgar créditos. No podemos seguir dando créditos hipotecarios como si fuésemos un banco. Son programas relativamente pequeños y no se destina mucho presupuesto.

–¿Por qué dejaron de otorgar esos créditos?

–No tenemos experiencia bancaria. La institución tiene cerca del 30% de morosidad. Estamos administrando una cartera vieja y vamos a ceder a las financieras.

–¿Y en cuanto a los asentamientos indígenas?

–El programa está en ejecución. Habría que ver por qué está reportado 0%, puede ser porque la adjudicación se hizo en junio, pero las 166 viviendas vamos a terminar en diciembre. El programa Focem también figura sin ejecución porque tenemos un problema con la empresa que fue adjudicada en el 2011 y vamos a resolverlo jurídicamente.

–¿Cuántas viviendas se pretende entregar en el 2018?

–Creemos que vamos a llegar a culminar 35.000 viviendas. En diciembre de este año terminaremos unas 7.000.

–¿Cuántas viviendas están paralizadas?

–Unas 2.000 y están a cargo de Asesoría Jurídica. La mayoría iniciaron entre el 2011 y 2012.

–¿Qué pasó de aquel contrato para la refacción de la Senavitat? Se le cuestionó por los precios de plantas y equipos para baños.

–Se está cerrando el avenimiento y depende del informe técnico para poder realizar el convenio modificatorio. En todos los casos, están en línea los precios. El inodoro, por ejemplo, incluye en G. 550.000 la tapa, la mochila, el caño corrugado y la mano de obra.

–¿Por qué proyectaron la compra de plantas en G. 450.000?

–Fue parte del proyecto arquitectónico de los arquitectos que previeron un muro verde en lugar de colocar cortinas.

Una vez que llegó el contrato decidimos modificarlo más adelante, porque tenemos un criterio en el manejo de los recursos y debemos ser austeros. El retraso en el tiempo era muy crítico para la situación estructural del edificio, entonces ese fue el acuerdo que se hizo con la empresa adjudicada.

–¿Pensó en renunciar tras las críticas que recibió?

–Bajo ningún punto de vista. Son cosas que duelen porque vengo luchando contra una estructura muy fuerte dentro de la institución.

–El contrato está disponible en la DNCP y cualquier persona puede acceder a verlo.

–El sindicato estaba detrás de este tema desde hace mucho tiempo. Colgaron en su cuenta de Facebook. Sé cada movimiento y cada detalle, sé como se manejan. Estamos hablando de compras no confirmadas.

–¿Cómo recibió las críticas?

–¿Querés que te sea supersincera? Me duele en el fondo del alma porque yo sé cómo estamos trabajando, las decisiones que estamos tomando. Sé absolutamente todo. Cuando vos leés que te tratan de corrupta, decís: en este país algo está mal, porque nos estamos esforzando para hacer bien las cosas. Finalmente, las estructuras contra las cuales estamos luchando tienen más fuerza. Eso genera dolor, no la publicación en sí.

–En la función pública siempre uno se expone a críticas.

–Me dijeron que es parte del juego, y me resisto a que sea parte del juego. No es justo que se llame corrupta a una persona así porque sí.

–Se la mencionó como posible candidata del presidente Cartes para el 2018.

–Se hablaron de muchas cosas. No me voy a candidatar a nada. No tengo ningún interés en la actividad política. Mi trabajo dedico al área técnica 100%. Ni siquiera el cargo de ministra estuvo alguna vez en mis planes de vida.

–¿Cómo califica al presidente Cartes?

–Ha tenido logros importantes. La transparencia es un legado fundamental y nunca antes el país vivió una inversión tan grande en obras.

–¿El presidente tiene interés en la reelección?

–Yo nunca escuché que tenga interés. El presidente no se ha mostrado a favor de la reelección. El sector político es el que está a favor de la reelección, pero yo no participo de esas reuniones.