“Lo que pasa es que no viene, si hace un año que no aparece, entonces recuperamos esa oficina y ampliamos la parte del archivo y este es el espacio que le designamos”, explicó Lilian Rolón, jefa de Gabinete del Senave, al señalar el escritorio y la silla con que se quedó el síndico de la CGR en uno de los pasillos de la institución (ver foto).
La jefa de archivo, Emilce Quintana, quien ocupa la ex oficina de Núñez desde el año pasado, refirió “hace un año estoy acá y nunca lo vi”.
Núñez es uno de los 24 funcionarios de la CGR con salario de entre G. 11.897.200 y G. 13.590.600, asignados como síndicos en diferentes reparticiones del Estado para “el control y fiscalización de los organismos”, según la resolución que rige para sus funciones. En el documento consta que los mismos deben cumplir el mismo horario de la CGR, y si es necesario de manera adicional.
El director de Gestión de Talento Humano de la institución, Roberto García, indicó que llevan un reporte de asistencia y según el mismo “cumplen los horarios”. Sin embargo en el Senave como en otras 8 instituciones visitadas por este diario señalaron “que solo se los ven los días de reunión de consejo o de directorio; en otros casos, aparecen una o dos veces por mes para buscar los informes solicitados y en algunas respondieron que hace mucho no se los ve por la oficina”.
Nadie lo conoce. En el Senave nadie conoce al síndico de la CGR, los funcionarios consultados por la misma jefa de gabinete dijeron “nunca le vimos”. Rolón agregó: “yo le conozco porque vino el lunes último preguntando por su oficina, le expliqué que tenía que venir acá en planta baja que se había eliminado, pero no vino más”.
Ahí le dejamos documentos que le preparamos, señaló Rolón por las carpetas que quedaron arriba del escritorio.
Según informó Ángel Forcadell, director de finanzas del Senave, desde hace tres años la entidad venía pagando G. 4.500.000 por dos oficinas asignadas al uso de la citada sindicatura. Pero como no aparecían, “a mediados se les dejó una y este año ya se les sacó todas”, indicó.
Rolón también sostuvo que el Senave dispuso además de un funcionario como secretario del síndico ausente. “Tenía un secretario que es pagado por nuestra institución, pero como él no aparecía, nosotros necesitamos utilizarle a esa persona en otras actividades y se le reasignaron funciones”, subrayó.