Dificultades para levantarse de la silla, facilidad para tropezarse, extremidades flojas al agarrar algo o caídas, dificultades para cortar algo o inestabilidad deben de encender la alarma. “Estos son signos que nos indican que hay un deterioro en la persona”, explica Bernaola.
Para hacer frente a estas situaciones, la kinesióloga recomienda algunas actividades. “A veces con unos ejercicios de rodilla uno puede mejorar la capacidad de la marcha o darle más estabilidad al paciente”, sugiere.
A ello le añade ejercicios sencillos de hombros para facilitar las actividades cotidianas. También se los puede orientar para saber cómo utilizar las extremidades. Hasta hoy se realizan en el Hospital de Clínicas las evaluaciones kinésicas gratuitas para adultos mayores.