En la sesión de la Cámara Alta de este jueves, el legislador liberal sentenció que existe complicidad de parte de policías, fiscales y jueces con los labriegos que invaden tierras que consideran son del Estado.
Para Facetti, detrás de la fachada de campesinos sin tierra existe una organización dedicada a la deforestación de reservas naturales de la Región Oriental. Citó como ejemplos al rancho Laguna Blanca -que alberga el espejo de agua del mismo nombre- y al asentamiento Pindó, uno de los sitios más emblemáticos de la ocupación de tierras.
Sobre este último lugar dijo que los ocupantes ya deforestaron alrededor de 1.000 hectáreas de bosque, pero que esa información no tiene eco en los medios de prensa.
“Lo que protege nuestra Constitución Nacional en primer lugar es la vida, en segundo lugar la libertad de las personas y en tercer lugar en el orden de prioridades defiende la propiedad privada. Es por eso que habla sobre la propiedad, porque a través de esta las personas pueden cumplir sus metas en la vida, pueden desarrollar su trabajo digno, pueden realizar operaciones comerciales y, sobre todo, se busca la inviolabilidad de este derecho como base del sistema democrático, no solamente en este país”, expresó Silva Facetti.
Cuestionó que la Policía Nacional no cumple en la mayoría de las veces las órdenes de desalojo del Ministerio Público, a las que consideró a su vez “burocráticas”.
Por último, dijo que los invasores cuentan con el padrinazgo de políticos influyentes, sin especificar a qué partidos pertenecen.
Lo expuesto por Silva Facetti fue refutado por el senador del Frente Guasú Hugo Richer, quien dijo que la mafia de la deforestación está ligada a la clase política y no al campesinado pobre.
“Hay que hacer todas las denuncias, el problema de la deforestación es un problema grave en la República del Paraguay, pero esa mafia que decía Silva Facetti se refiere al padrinaje político, poderosos padrinos políticos que hacen que las autoridades realmente no cumplan con sus tareas, ani la campesinore nde la ñambojapáti (no culpen de todo a los campesinos)”, respondió Richer.