Los senadores dieron media sanción al polémico proyecto este jueves, luego de debatir por más de tres horas. El estudio de este documento fue postergado en reiteradas ocasiones.
Esta normativa busca formalizar el trabajo doméstico a través de derechos como el salario básico mínimo, las horas y jornadas máximas de labor, la edad mínima para ser contratado, el seguro social de salud, vacaciones remuneradas, entre otros puntos.
El punto más discutido fue la remuneración para los trabajadores domésticos que finalmente quedó en el 60% del salario mínimo vigente, es decir, G. 1.094.433.
El texto aprobado también establece que podrán celebrar el contrato de trabajo doméstico aquellas personas que tengan como mínimo 16 años de edad y queda prohibido que los niños realicen este tipo de labores.
Los trabajadores domésticos deberán contar con seguro del Instituto de Previsión Social (IPS) y su aporte será del conjunto total de su remuneración (si tiene más de un trabajo). Aunque no se clarifica quién será el encargado de pagar.
DEBATE. El senador colorado, Derlis Osorio, fue quien presentó el proyecto de ley en su momento. El legislador en reiteradas ocasiones expresó que este tipo de labor debe ser resarcido con el 100% del salario mínimo vigente como cualquier otro trabajo.
La liberal, Blanca Lila Mignarro, también consideró la importancia del pago del salario mínimo porque en caso contrario la normativa estaría violando instrumentos internacionales firmados por el país contra toda forma de discriminación.
El senador del Frente Guasu, Carlos Filizzola, destacó la participación de todos los sectores para la elaboración de este proyecto que afecta a más de 200.000 empleadas domésticas.
“Lo importante es que tengamos en el Senado la apertura y sensibilidad social para que un sector actualmente discriminado en la sociedad tenga el lugar que le corresponde”, afirmó durante su uso de palabra.
Su colega, Esperanza Martínez, fue clara al decir que esta normativa será una revolución cultural y trasgresora porque pretende transformar un trabajo poco reconocido y de mala calidad a uno decente y de responsabilidad social.
La aprobación del texto en general fue por unanimidad y luego se pasó a votar en particular, es decir, cada artículo del documento.
El artículo 1 y 3 fueron los primeros en generar debate; incluso las modificaciones planteadas en el último derivaron a un pedido de devolver el proyecto a las comisiones legislativas, sin embargo, no tuvo el acompañamiento de la mayoría.
Salario del trabajador doméstico
La principal discusión se enfocó en el artículo 11 en el que se hablaba justamente del salario para los trabajadores domésticos. El dictamen de la Comisión de Legislación hablaba del 60% del salario mínimo vigente y la Comisión de Equidad y Género recomendaba el 100%.
La mayoría de los senadores estuvieron a favor de otorgar el salario mínimo vigente como cualquier otro trabajo y para reivindicar los derechos de los empleados domésticos porque caso contrario se estaría discriminando a esta labor.
Aunque otros dejaron en claro que esta disposición podría afectar a muchos trabajadores porque los empleadores no podrían cumplir con esta obligación.
Otra de las propuestas fue el pago del salario mínimo vigente, pero que un porcentaje sea abonado en especie. Esto se refiere a la alimentación y alojamiento de los trabajadores domésticos en las viviendas que prestan servicio.
Finalmente quedó el dictamen de la Comisión de Legislación que establece el pago del 60% del salario mínimo vigente.
