Graciela Barreto, directora de la Unidad de Reducción de la Demanda de la Secretaría Nacional Antidrogas, insistió en que el Estado sigue teniendo una deuda con la sociedad para luchar de fondo con los problemas que trae el consumo de drogas. Para ello detalló que urge la creación de alrededor de 250 centros de tratamiento, uno por cada distrito que tiene el país, para luchar contra el costo social que implica una persona adicta, como la delincuencia o el tráfico de estupefacientes. “Doscientos cincuenta centros es lo que necesita nuestro país para contener todos los problemas que trae el consumo de drogas y el alcoholismo, que deben trabajar en red con centros hospitalarios. Se trata de una enfermedad crónica”, explicó la funcionaria que tiene una vasta trayectoria en el trabajo de prevención.
La mujer habló de los 41 centros de tratamiento de adicciones que trabajan en el país, como Remar Paraguay, Mujer, tú importas, Centro de Rehabilitación Vida Nueva, Fazenda de la Esperanza, y otros que están en funcionamiento sin la habilitación dada por el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social. “Están inscriptos para iniciar los procesos de habilitación; la mayoría no tiene el permiso para trabajar”, añadió.
Diana Vargas, comisionada del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, explicó que en varias oportunidades alertaron sobre el funcionamiento sin habilitación de los centros y desde el Ministerio de Salud les respondieron que la mayoría estaba en trámite. “Preguntamos qué acciones tomaron ante los que funcionan sin habilitación (preguntamos específicamente sobre El Libertador, Tekove Pyahu, Mujer, tú importas, y Transformando Vidas). Ante esa consulta la Superintendencia dispuso la clausura provisoria de todos ellos (con pacientes adentro)”, explicó.
Centros ambulatorios. Por su parte, Barreto destacó el trabajo que vienen realizando instituciones para la lucha contra la adicción como las unidades terapéuticas, que funcionan con el apoyo de la Iglesia Católica, en las parroquias que funcionan como centros ambulatorios, que cuentan con todo lo que tiene que tener una unidad especializada, pero no es internación.
Según datos publicados por ÚH, el Centro Nacional de Control de Adicciones realiza alrededor de 2.000 consultas por año, aunque esto no refleje la cantidad de pacientes que acceden a ella. Alrededor de 1.000 pacientes atienden por año, entre 15 y 25 en promedio, la mayoría de ellos van a consultar por problemas derivados por el consumo de crac, que pasó a ser la mayor causa de consulta en el mencionado centro, reemplazando a la marihuana.