Es así que desde G. 300.000 hasta G. 500.000, un conductor puede ser el dueño por un día del camión y toda la recaudación de la jornada queda para el “inquilino”. Esto hace que tampoco se emitan boletos en estos días para que no queden registros de la actividad y los pasajeros no tengan a quien reclamar en caso de accidentes.
En este círculo, ambos ganan: el empresario se asegura de que entre dinero a sus arcas sin riesgos –ya que los domingos disminuye notablemente la cantidad de pasajeros–, mientras que el chofer tiene todo un día para compensar su inversión inicial.
Algunas de las empresas que recurrirían a esta práctica irregular son las líneas 3, 21, 30 y 51. También hay otras que son propiedad de cooperativas y aportan a un “fondo común”, como las líneas 18.1, 133 y 44, según las denuncias.
Investigación. El viceministro de Transporte, Agustín Encina, aseguró que es una práctica totalmente irregular y que merece una investigación. Señaló que desde hoy se retoman los controles minuciosos sobre denuncias específicas, ya que la semana pasada los esfuerzos se centraron en el traspaso legal de funciones de Setama al MOPC.
El titular del gremio Cetrapam, César Ruiz Díaz, dijo desconocer estas prácticas, pero afirmó que indagarán con los asociados y están abiertos a cualquier pesquisa.
Buses. En otro orden, el ministro de Obras, Ramón Jiménez Gaona, anunció ayer que a fin de año ya se comprarían los 2.000 buses nuevos con el crédito coreano de USD 200 millones. Estos se arrendarían a transportistas.