La cooperante, australiana de origen paquistaní, fue secuestrada anoche, cuando abandonaba acompañada de su chófer la oficina en la que trabajaba, situada en una zona que alberga las sedes de diversas organizaciones extranjeras, dijo el portavoz de la Policía local, Abdul Basir Mujahid.
“A estas alturas no podemos ofrecer más detalles, pero esperamos progresos positivos ya que la Policía está trabajando seriamente” en el caso, detalló el portavoz.
Los secuestros son comunes en Afganistán y los empleados extranjeros de organizaciones humanitarias son a menudo objetivo de este tipo de acciones, en muchos ocasiones dirigidas a obtener un rescate.
Este es el tercer caso de ciudadanos australianos secuestrados en el país hechos públicos en lo que va de año.
En agosto pasado, un profesor australiano que trabajaba en la Universidad Americana de Afganistán fue secuestrado en Kabul junto a un compañero estadounidense, mientras que hace cuatro meses una cooperante de ese mismo país fue víctima de un rapto en la ciudad oriental de Jalalabad.