Liz Paola Duarte concentró la atención de los medios luego de que este diario la descubriera como próspera asalariada de la Contraloría General de la República, cuyas remuneraciones llegaban hasta un máximo de G. 37 millones al mes, y a un promedio de G. 25 millones mensualmente, superando lo que gana un ministro del Ejecutivo.
Del mismo modo, una segunda persona, que también estaría percibiendo un millonario salario en la misma sede, según confirmó ÚH, renunció antes de que se diera a conocer su caso. Aparentemente, tenía similares privilegios que la secretaria vip.
Además, en estos momentos se desarrolla una reunión del Comité Ejecutivo de la institución y se maneja la versión de que el contralor también renunciaría al cargo.
El contralor Óscar Velázquez, en una enfática defensa, justificó que “su sueldo y las horas que ella está en la institución” la hacen merecedora de las jugosas remuneraciones.
El jefe de Recursos Humanos confirmó lo que alegó la máxima autoridad y reportó marcaciones de que la funcionaria salía casi a medianoche de la CGR en días hábiles.
Los fines de semana, iba a marcar con su mascota, según se pudo ver en las imágenes de Informática.