Un equipo de ÚH pudo constatar la semana pasada esta contaminación que afecta a pobladores de una decena de barrios de dicha ciudad.
Desde la Secretaría del Ambiente (Seam) prometen atender en la brevedad posible esta situación, que ya data de hace por lo menos dos años, de acuerdo al relato de varios lugareños.
El ingeniero Edgardo Duré, responsable de la Dirección de Fiscalización Ambiental Integrada (DFAI) de la Seam, adelantó que ya cuentan con una orden judicial para fiscalizar la fábrica en cuestión. Solo que la verificación de esta industria aún no tiene fecha en razón de que el procedimiento debe cumplirse de forma aleatoria, sin previo aviso, según dijo.
“El problema con frigoríficos como estos es que muchas veces no usan su planta de tratamiento. Ahora, cuando va una comitiva de la Seam a intervenir, activan sus sistemas, pero ni bien los fiscalizadores se dan vuelta todo sigue igual”, reveló un directivo del ente estatal, que prefirió el anonimato.
Los vecinos afectados aseguran que el mencionado frigorífico, desde que pasó a manos de accionistas brasileños, incrementó su nivel de infestación, cuya pestilencia se percibe incluso al pisar el casco urbano de Limpio.
Nimia Rolón, directora del Departamento de Medioambiente de la Comuna limpeña, indicó que esta fábrica cuenta con licencia ambiental. Pero, en diciembre pasado, constataron que no funciona su pileta de tratamiento. Contó que la firma solicitó una prórroga para adecuarse, en virtud de que están realizando ampliación del establecimiento. Mientras, sigue contaminando y no contestan las llamadas.