Aquí lo que llenan los noticieros es el atentado del Isis en París.
Con él se ha cohesionado el mundo occidental en un sentido general.
Putin y Hollande toman el mando de dirigir las represalias de castigo. España investiga a 300 personas con vínculos yihadistas. Francia será el primer país en recibir ayuda militar de la Unión Europea. El Gobierno inglés invertirá en la lucha de las fuerzas especiales, drones y aviones de combate. Por supuesto que la derecha francesa es la más dura en pedir castigo. Y el canto de “La Marsellesa” en Wembley hace una semana como dicen “con acento inglés” es un símbolo de una unión alrededor del país atacado no se sabe si por solidaridad o también por miedo.
Hay otros detalles curiosos y quizás alarmantes.
Por cuestiones de seguridad tal vez se reduzca al mínimo las manifestaciones externas de la Cumbre del Clima. Asistirán 117 jefes de Estado y hasta hoy ninguna ha anulado su presencia. Pero se teme se acorte esta reunión tan importante.
Ciertamente, con este ataque del Isis los musulmanes residentes en Europa no lo pasan bien y el sentirse acogidos como sospechosos les golpea. Pero, mucho peor los refugiados de Siria. Actualmente los gobiernos los dejan solos de ayuda y agrupándolos redoblan su vigilancia sobre ellos.
Y “a río revuelto, ganancia de pescadores” dice un refrán español. En Wall Street y más aún en Europa, las grande empresas de ventas de armas han visto subir sus acciones. El Isis también las usa, recibiéndolas de sus “aliados”.
De lo que nadie habla en los MCS es de los fundadores del Isis (¿Departamento de Estado, Israel, Arabia Saudita?) y que lo han usado para imponer una paz que no es paz sino negocio del petróleo y apoyo al Estado judío de su lobby norteamericano.