ENCARNACIÓN Y CDE
El considerable aumento de salidas por incendios de los bomberos voluntarios de Itapúa está debilitando rápidamente su presupuesto, debido al elevado consumo de combustible en cada intervención. Afecta más aún a las unidades del interior de Itapúa, en donde las distancias son mayores y la estructura para hacer frente a las exigencias son menores.
Solo en Encarnación, los bomberos azules mantienen un promedio de 50 a 60 salidas por semana para sofocar incendios forestales o pastizales, producto de las últimas intensas heladas y la ausencia de lluvia que lo dejaron secos como papel. Basta una chispa, un cigarrillo, y la situación se torna incontrolable, más aún con el viento noreste, que provoca que pequeños focos se conviertan en devastadores incendios.
Algunos incendios terminaron consumiendo viviendas y dejando con lo puesto a humildes familias rurales.
Ayer, antes del mediodía, bomberos de Tomás Romero Pereira debieron unirse para poder sofocar un incendio de gran envergadura, que amenazaba con ingresar a una estación de servicios y a una fraccionadora de gas. “Siempre hemos respondido a los llamados (...) a pesar de nuestras limitaciones”, significó el comandante Marcelo Ayala.
susto. Una densa humareda y llamas a consecuencia de la quema de pastizales dieron un gran susto a varios turistas que pasaban el pasado sábado el Puente de la Amistad en Ciudad del Este. El viento fuerte contribuyó para que las llamas se extendieran rápidamente, y los bomberos voluntarios de CDE trabajaron por más de 3 horas para sofocar a las llamas. “Todos los días tenemos bastante servicio, ya no estamos pudiendo abastecer”, dijo Wilber Espínola, comandante de los bomberos de CDE, y agregó que tuvieron la ayuda de los militares “que siempre nos dan una mano, en los otros casos siempre estamos solos”.