Paraguay dejó su invicto en Eliminatorias enfrentando a Uruguay en casa y queda cerca del abismo al perder por 2-1, anoche en el Defensores.
Las posibilidades de clasificación al Mundial de Rusia no murieron, pero debe ganarse los dos últimos partidos que restan (ante Colombia de visitante y con Venezuela de local) y esperar. Los partidos en casa siguen siendo el talón de Aquiles de la Albirroja en estas Eliminatorias y esta vez los goles encajados tuvieron el sello de la desgracia.
MUY BRAVO. El primer tiempo fue altamente intenso, jugado con los dientes apretados y los tapones arriba; nadie dio la mínima ventaja jugándose con la bravura propia de la garra guaraní y charrúa. En ese sentido, ambos equipos no se dieron tregua, dejaron la piel en la cancha. Sin embargo, Paraguay estuvo muy acelerado, lo que le restó precisión con el balón. Emergieron las fricciones, mas los talentosos fueron absorbidos.
La fracción inicial dejó cierta preocupación e incertidumbre por lo cerrado del partido, que en el complemento tuvo a una Albirroja más decidida en ataque. La lucha siguió siendo encarnizada, con Paraguay pisando más campo rival y con más ambición, arañando el gol principalmente vía aérea. Pero en una jugada desgraciada, a los 75' el balón se desvió en Richard para hacer imposible la estirada de Antony lo que fue el inicio del fin; 5' más tarde el infortunio volvió a vestirse de albirroja con un autogol de Gómez. El descuento de Romero no alcanzó para premiar al menos con un empate el haber dejado la vida en el campo.