CARACAS - VENEZUELA
La oposición no logró congregar un gran número de manifestantes, ayer, en su más reciente protesta contra el presidente Nicolás Maduro, mientras que el árbitro electoral demoró anuncios necesarios para convocar un referendo revocatorio contra el mandatario.
La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) está buscando que el plebiscito se realice este año, para que Maduro no pueda escoger un vicepresidente que lo suceda en el cargo. Pero la coalición opositora se la está viendo cuesta arriba. El árbitro electoral dijo que la recolección de las firmas se podría iniciar en octubre, lo que colocaría los tiempos de la consulta a principios de 2017. En ese caso el mandato, que culmina en 2019, sería terminado por el vicepresidente.
Cientos se congregaron en varios puntos de Caracas, y otras ciudades del país para pedirle al Consejo Nacional Electoral (CNE) que anuncie las condiciones para recolectar el 20% de las firmas del electorado, necesarias para convocar un referéndum. El CNE suspendió sus actividades de ayer, alegando que la marcha opositora representaba nuevas amenazas contra la institución, por lo que demoró hasta la próxima semana anuncios planificados para la jornada. “El poder electoral reitera que no acepta presiones”, zanjó el organismo, que según la oposición hace todo lo posible para demorar la consulta.
CALVARIOS. La languidez de la concentración contrastó con la movilización del 1 de setiembre, que convocó a cerca de un millón de opositores que inundaron la capital. “En un régimen democrático no hay que pasar por estos calvarios, pero en este gobierno, que no es democrático, sí, y hay que agotar todos los esfuerzos para ejercer nuestros derechos constitucionales”, dijo a periodistas Henry Ramos, presidente de la Asamblea Nacional. “Cualquier evento de calle, si el elemento de comparación es la marcha del 1 de setiembre, seguramente se va a quedar pequeño; pero en todo caso todas estas manifestaciones son muy importantes, porque todas son pacíficas y democráticas, para lograr un derecho constitucional”, agregó.
El presidente, que alega que la oposición quiere derrocarlo por la vía violenta, convocó a sus seguidores a movilizarse también. Unos cuantos cientos se concentraron en el centro de la ciudad. “Yo soy revolucionaria, y siempre lo seré”, dijo Martha Rojas, de 44 años, una trabajadora pública que estaba en la concentración del chavismo vestida de rojo, los colores que caracterizan al oficialismo venezolano.