Pero se espera que aumente el número de víctimas cuando los equipos de rescate llegue a las zonas más remotas afectadas por el seísmo.
La embajadora de la Unión Europea en Nepal, Rensje Teerink, afirmó ayer que entre los fallecidos se encuentran 12 ciudadanos europeos y que unos 1.000 continúan sin ser localizados, aunque “podrían encontrarse bien”, añadió.
Según dijo ayer el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, 59 de los europeos que todavía no han sido localizados son españoles.
El Consorcio de Reducción de Riesgos en Nepal, una entidad en la que participan organismos de Naciones Unidas, calcula que el terremoto ha generado alrededor de 2,8 millones de desplazados internos (la población del país es de 28 millones personas).
La misma fuente señaló que el seísmo destruyó unas 160.786 casas y otras 143.673 resultaron dañadas en el país del Himalaya.
El terremoto de 7,8 grados de magnitud en la escala abierta de Richter, ha sido el de mayor registrado en Nepal en 80 años y el peor en la región en una década desde que en 2005 otro seísmo ocasionara más de 84.000 muertos en Cachemira.
