Schiavone, de 36 años y que dijo que todavía no piensa en un posible retiro de la alta competencia, echó mano de su amplia experiencia para celebrar en el Club de Los Lagartos, de Bogotá, luego de algo más de una hora de juego.
Golpe a golpe la que fuera ganadora del Roland Garros en 2010 se deshizo de la rumana Patricia Tic 6-3, 6-4; de la eslovena Dalila Jakupovic 6-1, 6-2; de la siembra uno del torneo, la holandesa Kiki Bertens 6-1, 6-4; de la sueca Johanna Larsson 7-5, 6-4 y de Arruabarrena 6-4 y 7-5.
Durante el torneo Schiavone no cedió ningún set, algo que le da un valor agregado a su octavo título en el circuito profesional.
“Esta semana di todo lo que tenía y gracias por todo. La vida es fantástica”, dijo la nueva campeona que sube al trono que el año pasado ocupó la estadounidense Irina Falconi.
Arruabarrena, por su lado, agradeció al público bogotano el apoyo pero dijo que en la final Schiavone jugó mejor y por eso es justa campeona.
La corona en dobles fue para la dupla conformada por la brasileña Breatriz Haddad Maia y la argentina Nadia Podoroska, quienes superaron a la paraguaya Verónica Cepede y la polaca Magda Linette, con parciales de 6-3 y 7-6 en una hora y 20 minutos.
Para la brasileña es su segundo título en Bogotá, después de la consagración en 2015 junto a su compatriota Paula Goncalves, mientras que para Podoroska es su primera alegría en el circuito mayor femenino.
Por haber ganado el torneo, la brasileña y la argentina recibirán una bolsa de premios de 12.300 dólares y 200 puntos para el ranking de dobles.
