La agencia de noticias oficial siria, SANA, detalló que la octava tanda de evacuados de Al Waer, con 172 armados y 1012 de sus familiares familias, abandonó Al Waer abordo de 29 autobuses, en dirección a la población de Yarablus, en el noreste de la provincia septentrional de Alepo.
Además destacó que los vehículos salieron bajo la supervisión de la Media Luna Roja Siria, y las fuerzas de la Seguridad Interior y la Policía militar rusa.
Por su parte, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos explicó que la tanda de desplazados se dirige hacia zonas bajo el control de facciones sirias, respaldadas por Turquía, en Alepo.
El pasado 18 de marzo comenzó la salida de civiles y combatientes de Al Waer, que se está llevando a cabo gradualmente, gracias a un pacto logrado entre las autoridades sirias y las facciones locales.
Estas evacuaciones se enmarcan dentro de la estrategia del Gobierno sirio de alcanzar lo que denomina “procesos de reconciliación nacional”.
Dichos procesos son, en la práctica, acuerdos de rendición que se aplican en áreas sitiadas y que se alcanzan tras negociaciones entre las autoridades y grupos rebeldes locales.
Normalmente se implementan en áreas rodeadas por los leales al presidente sirio, Bachar al Asad, aunque también se han dado casos, como el de los pueblos de mayoría chií de Fua y Kefraya, asediados por grupos islámicos como el Organismo de Liberación del Levante, la alianza de la exfilial de Al Qaeda.