El País informó que la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) “ha comunicado su victoria en una de las demandas que le enfrentan desde hace meses con el consorcio Grupo Unidos por el Canal (GUPC), liderado por la constructora española y en el que también participan la italiana Impregilo, la belga Jan de Nul y la panameña Cusa”.
Resaltó además que el fallo obliga a las firmas asociadas para la ampliación del canal –obra entregada a mediados del año pasado tras casi una década de trabajos– a abonar más de 22 millones de dólares por “gastos en el proceso de arbitraje”. A esa cantidad hay que añadir otros 900.000 dólares (poco más de 760.000 euros) “en concepto de provisión para gastos”.
Siempre según el medio español, el consorcio liderado por Sacyr presentó reclamos por encima de 192,8 millones de dólares y también solicitó una extensión de tiempo (de la concesión). “Todos los reclamos fueron desestimados”, subraya la Autoridad del Canal de Panamá en la nota en la que ha notificado el resultado del arbitraje.
El medio además comunicó que el monto total reclamado por el consorcio de Sacyr, Impregilo, Jan de Nul y Cusa a las autoridades panameñas es por sobrecostes y retrasos en las obras ascendía a mediados de junio a 5.685 millones de dólares. Las reclamaciones económicas no han dejado de aumentar, incluso después de que el Grupo Unidos por el Canal entregase la obra hace poco más de un año. Las obras para la construcción “del tercer juego de esclusas” del Canal de Panamá fueron adjudicadas en 2009 al consorcio liderado por Sacyr por 3.118 millones de dólares.