El sacerdote Antonio Ortigoza, vicario pastoral de la Diócesis de Alto Paraná y Canindeyú, se mostró a favor de su obispo Rogelio Livieres Plano. El cura dijo que las acusaciones de supuesta homosexualidad contra el arzobispo de Asunción, Pastor Cuquejo, solo fueron una táctica para frenar los ataques contra Livieres.
El vicario de la Pastoral Social y vocero de la Diócesis de Ciudad del Este comentó que existe una campaña mediática y política contra la figura de la cabeza de la Iglesia Católica en el Este, Rogelio Livieres Plano, del Opus Dei.
La visita se desarrolla con normalidad y los enviados del Papa, el cardenal Santos Abril y Castelló y monseñor Milton Tróccoli, recogen información sobre el funcionamiento de la diócesis.
El religioso dijo que la diócesis sufre una “persecución por parte de algunas personas como Javier Miranda, al que se suman algunos medios que le dan mucho espacio. Todos los cuestionamientos fueron aclarados punto por punto, pero siempre se insiste en lo mismo”.
El cura resaltó que todos los cuestionamientos sobre abusos sexuales contra el padre Carlos Urrutigoity se aclararon. “El padre Carlos salió limpio de todas las acusaciones que se le había hecho en Estados Unidos”.
Ortigoza recordó que las denuncias llegaron hasta la Santa Sede, que decidió investigar. “Pero como Javier Miranda ya no tuvo nada más que decir, se calló y, así como el demonio, busca hacer el mal y cuando no lo consigue, se retira”.
El padre criticó a Miranda y dijo que él “habla de los 300.000 dólares de Itaipú, pero se aclaró muy bien sobre su uso. También cuestiona la venta de un terreno (del Seminario Mayor), pero lo que no dice es que ese terreno era fangoso”, acotó.