Tráfico caótico. El tráfico hace mucho tiempo en la capital argentina ha sido una de las problemáticas más comunes. Este año la flota automotor ha crecido más que en años anteriores y pudimos palpar en algunos recorridos.
Trasladarse en taxi o en bus por la ciudad es toda una odisea. Es preferible siempre ir caminando a muchas partes que demorar varios minutos en un automóvil. Para algunos casos no queda otra que bancarse esa situación por las largas distancias de un lugar a otro.
Alto costo. La devaluación de la moneda argentina es continua. La ventaja del dinero paraguayo es notoria en cuanto al peso, pero eso no se traduce en los precios vigentes en el mercado. Si bien existen algunas alternativas o precios favorables para algunos productos, en líneas generales todos los costos están por las nubes.
A la orden del día. Los piquetes y huelgas por el centro de la ciudad son como tomarse el desayuno a la mañana.
Cientos de organizaciones políticas y de trabajadores se encuentran permanentemente reclamando mayores beneficios o reclamando justicia sobre casos específicos al Gobierno. Si bien ocurre casi todos los días, el argentino común y corriente ya lo toma en forma natural.
Invasión guaraní. Buenos Aires es la ciudad donde existen más paraguayos residentes que en cualquier lugar del mundo. Ampliamente superan el millón de compatriotas que viven en el país y con seguridad en algún lugar siempre está presente o uno encuentra un buen tereré o el cálido idioma guaraní.