EFE
“Esta gira se inventó básicamente por el gustazo de darnos una vuelta por Argentina, pero empezó a venir gente y se fue complicando”, dijo el cantante durante una entrevista por el lanzamiento el día 3 de marzo de “500 noches para una crisis”, grabado en el mítico Luna Park.
Allí, Sabina protagonizó diez conciertos. “El escenario se convierte un poco en tu casa. Luego el público argentino es el público argentino”, señala para explicar el porqué de la elección de ese lugar para grabar el CD+DVD.
La excusa de ese tour fue rendir homenaje a uno de sus discos más celebrados, “19 días y 500 noches”, de cuya publicación se cumplieron 15 años en 2014.
“Es el que más me gusta a mí, el más personal, el que más cuenta una historia a través de un montón de canciones, las cuales son las que en mi opinión han permanecido más vivas, menos contaminadas por el momento”, afirmó.
Reconoció que se le aprecia más como compositor cuando, como en aquel álbum, celebra “la impúdica belleza de estar triste”.
“Yo también celebro a los compositores que hacen canciones tristes, son las más hermosas. La felicidad es una cosa estupenda para vivirla, pero para contarla es un insulto hacia la mayoría de la población que no es feliz”, añadió.
En los tres lustros transcurridos desde el lanzamiento del trabajo que su casa discográfica considera el más exitoso de su carrera, Sabina se volvió más “casero”.
“No diré que llevo una vida menos loca, aunque también. Lo que he perdido han sido los bares y la calle, que era donde vivía. También la noche, que la sigo teniendo en mi casa, pero no me la paso aguantando a borrachos magníficos en un tugurio. Los invito a mi casa”, bromeó.
A pesar de tener que tocar de nuevo canciones como “Cerrado por derribo”, “Donde habita el olvido” y la propia “19 días y 500 noches”, afirmó que para la nueva gira no quiso reescuchar el disco al que esta canción dio título.
“No sé cómo sonaba entonces. No soy nada indulgente con mis canciones, me da mucha vergüenza llamarlas obra. Por eso no las reviso, pero estos temas me han demostrado que puedo tocarlos 15 años después sin sentir vergüenza”, explicó.
La gira para celebrar ese disco comenzó el pasado mes de agosto en Lima y pasó por Chile, Argentina y Uruguay para acabar en España en diciembre.
Pero es una gira que sigue en marcha y que volverá a Latinoamérica, en concreto a México D.F, donde dará el primer concierto el 1 de mayo, para seguir después por otras ciudades mexicanas, Panamá, Colombia y Ecuador, tras ofrecer varias actuaciones en España.
Precisamente en su país, en concreto en el primer concierto que celebró en Madrid el pasado mes de diciembre, el músico vivió su “peor noche sobre el escenario” al sufrir, dijo hoy, una “descomposición de estómago” y no un ataque de pánico escénico, como argumentó aquella noche al excusarse por no poder rematar todo el repertorio.
“Uno puede cantar en malas condiciones, incluso sin haber dormido, pero vomitando entre canción y canción es realmente complicado. Por milagro de los dioses paganos, tengo un público que en vez de echarme al pilón, lo comprendió”, señaló.
