En horas de la tarde, el comportamiento del tránsito se mostraba normal. Este hecho tomó por sorpresa a los propios inspectores de la Patrulla Caminera, quienes una semana antes tuvieron una jornada agitada con interminables filas de vehículos.
Es por eso que en la víspera se implementó el carril único sobre la ruta 2, con destino a Asunción desde el kilómetro 48 hasta el ex peaje de Ypacaraí. El flujo vehicular fue notoriamente inferior en comparación a la semana anterior. “Ahora se presentan menos vehículos que en la Navidad ya que colapsó el tránsito, tanto a la mañana como en la tardecita”, comparó el inspector Deidamio Barrios.
Recién alrededor de las 17.00, la Caminera procedió a desviar el tráfico vehicular saliente, a la altura del desvío Azcurra-Pirayú con dirección a Caacupé, para permitir la circulación en un solo sentido desde el cerro de Caacupé en una extensión de 11 km, aproximadamente.
Esta medida agilizó el paso de los rodados que iban con dirección a la capital.
“En Navidad, para pasar tardamos más de una hora en esta zona del peaje (Ypacaraí), ahora pasamos en diez minutos”, dijo Verónica, quien volvía de San Bernardino.
Barrios reportó que cerca de las 20.00 se incrementó el caudal de vehículos, aunque la habilitación del carril único “disminuyó la aglomeración” en la zona del peaje citado.
A lo largo de la ruta 2, el tráfico presentaba un ritmo incesante y fluido hasta las ciudades de Itauguá, Capiatá y San Lorenzo. Allí, los semáforos por momentos ocasionaban las extensas, pero frecuentes filas de vehículos procedentes de algún punto del interior del país.
Alcotest. Los desvíos por el carril único –que se mantuvo hasta alrededor de las 23.00– posibilitaron a la Caminera realizar controles a la par de dar fluidez al tránsito.
Fue así que en cuestión de horas demoraron a seis conductores que dieron positivo al alcotest, según Barrios.
En la semana de fin de año, la Caminera retuvo a 209 conductores alcoholizados, de un total de 3.444 pruebas de alcotest efectuadas a nivel país.