“Estamos convencidos de que ha llegado la hora de pasar a negociaciones directas entre Israel y Palestina”, dijo Serguéi Lavrov, ministro de Exteriores ruso, al reunirse con el Saeb Erekat, secretario general de la OLP.
Recordó que Moscú ya estuvo dispuesta a acoger dicho encuentro en septiembre pasado, cuando Israel rechazó la invitación en el último momento, y ahora lo sigue estando, según los medios locales.
Lavrov también expresó su preocupación por el estancamiento de las negociaciones palestino-israelíes desde hace un año, “vacío” que, en su opinión, es aprovechado por los extremistas, como quedó demostrado en el reciente atentado en Jerusalén.
“Haremos todo lo posible para ayudar a relanzar unas sustanciales negociaciones directas entre Israel y Palestina”, agregó y recordó que el domingo tendrá lugar en París una conferencia internacional sobre el conflicto, que Netanyahu tachó de “amañada”.
Y adelantó que la próxima semana la capital rusa acogerá una nueva ronda de consultas entre los principales partidos y grupos palestinos para que formen una plataforma única con vistas a las conversaciones con Israel.
Por su parte, Erekat dijo que los palestinos siguen apoyando la iniciativa rusa de celebrar una reunión entre Abás y Netanyahu en Moscú.
De hecho, según informan medios locales, Erekat entregó a Lavrov una carta de Abás destinada al presidente ruso, Vladímir Putin, con el que se reunió en Moscú en abril de 2016.
En noviembre pasado el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, se entrevistó con Abás y Netanyahu, entre otras cosas, para impulsar la “pronta” reanudación de las negociaciones de paz, según el Kremlin.
Abás se ha pronunciado a favor de reunirse cuanto antes en la capital rusa, mientras Netanyahu asegura que Moscú solo es una de las posibles sedes de dicho encuentro, que debía celebrarse sin condiciones previas.
Moscú respalda las resoluciones de la ONU que contemplan la creación de un Estado palestino independiente en las fronteras de 1967 con capital en Jerusalén Este.
Abás y Netanyahu se reunieron por última vez en 2010, cuando Israel y Palestina emprendieron, con mediación de EEUU, el último intento de llegar a un acuerdo sobre el arreglo del conflicto.
