El reporte también advierte que Moscú va a aplicar las “lecciones aprendidas” en su injerencia electoral en Estados Unidos para intentar influir en las elecciones de otros países, incluyendo “aliados estadounidenses”.
Esta visión no es compartida con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien ayer se reunió con jefes de agencias estadounidenses de inteligencia quienes trataban de convencerlo sobre las denuncias contra Rusia por interferencia en la elección que lo llevó al poder.
Escasas horas antes de la reunión, en declaraciones al diario New York Times, Trump dejó claro que la tarea de convencerlo no será fácil.
De acuerdo con el magnate, la controversia sobre la interferencia rusa en las elecciones estadounidenses no pasa de una “cacería de brujas”, porque ignora la capacidad de otros actores –como China– y tiene motivaciones políticas.
“Hace relativamente poco tiempo, China pirateó los nombres de 20 millones de empleados del Gobierno”, con invasión de los servidores de la Oficina de Administración de Personal en 2014 y 2015, recordó el presidente electo. “¿Cómo es que ahora nadie siquiera habla de esto? Es una cacería de brujas política”, comentó.
Además, Trump sugirió que los derrotados en las elecciones presidenciales de noviembre “están muy avergonzados. En alguna medida, es una cacería de brujas. Solamente se concentran en esto”.
No obstante, el presidente electo dijo que no quería “que haya países pirateando a nuestro país. Han pirateado cibernéticamente la Casa Blanca. Han pirateado el Congreso. Somos como la capital mundial del pirateo”.
Después de que Trump expresara sus primeras dudas a comienzos de diciembre, el presidente Barack Obama ordenó a la comunidad de inteligencia que preparara un completo informe sobre la interferencia y los ciberataques rusos en las elecciones estadounidenses de noviembre.
congreso. El Congreso de Estados Unidos certificó este viernes la elección del republicano Donald Trump como nuevo presidente del país, cargo que asumirá el 20 de enero en sucesión del demócrata Barack Obama. El vicepresidente saliente Joe Biden dirigió la sesión bicameral. agencias