EFE.
El comité es un órgano colegiado integrado por 23 personas, 11 de ellos designados por el Gobierno y 12 por organismos civiles de derechos humanos, que se encargará de recomendar medidas para erradicar la tortura y que después velará por el cumplimiento de esos principios.
La mandataria dijo que la tortura es “un cáncer” que “compromete a toda la sociedad” y “destruye los lazos de civilización de la sociedad”.
“Una sociedad que tortura, es una sociedad que se corroe por dentro, que se devora por dentro”, afirmó Rousseff en la ceremonia, realizada en el palacio presidencial de Planalto.
Rousseff, que fue torturada por los organismos de represión del Estado de la última dictadura militar cuando estuvo presa entre 1970 y 1972 por su militancia en grupos de izquierdas opuestos al régimen, se emocionó durante varios momentos de la ceremonia.
Asimismo, dijo que Brasil está “preparado” para combatir la tortura, que recordó que se usó en el país durante el periodo de la esclavitud, abolida en 1888, y “se convirtió en una práctica de combate político” en la dictadura que se extendió entre 1964 y 1985.
Varias organizaciones de derechos humanos, entre ellos Amnistía Internacional, han denunciado recurrentemente las prácticas abusivas y la tortura en las comisarías brasileñas y en las cárceles.
