28 mar. 2024

Roedores pueden desaparecer con control biológico de plaga

La invasión de roedores se convirtió en un verdadero problema para la veraniega ciudad de Encarnación, y si bien se plantean varias soluciones, una muy válida es la del control biológico de plagas, “un método que controla la población de las especies objetivo, generalmente aves (palomas) o roedores (ratas y ratones) utilizando como herramienta la predación por parte de sus controladores naturales, en nuestro caso aves rapaces”, mencionó el doctor Félix Ali, director de Falcop Ambiental.

Método.  Combate las plagas sin dañar ni alterar el ecosistema local, además favorece a la población de animales silvestres.

Método. Combate las plagas sin dañar ni alterar el ecosistema local, además favorece a la población de animales silvestres.

La principal bondad del método es que es 100% ecoló- gico y seguro para las personas y el ambiente, “como esta es la forma de control de poblaciones en la naturaleza a largo plazo es un método que siempre mantiene su efectividad”, destaca el experto.

La empresa Falcop nació “por la necesidad de emplear métodos ecológicos en cuanto al control de fauna inde- seada en un ambiente, como roedores o aves”.

Labor. Para el control de roedores se trabaja con aves rapa- ces entrenadas, “especies depredadoras ubicadas por enci- ma de las especies objetivo dentro de la cadena alimenticia”.

Las aves son guiadas por personal especializado, “las aves se encargan de eliminar y ahuyentar las poblaciones de plagas, sin tener que recurrir al uso de productos químicos o armas de fuego, brindando una solución ecológica y muy segura”, asegura Ali.

Los lugares donde Falcop acciona son galpones de depósitos, frigoríficos, hangares, polideportivos, cultivos, etc.

En Encarnación el método es “muy interesante” en palabras del experto, “porque es un lugar ideal para aplicar una combinación de métodos ecológicos y tener un buen resultado a mediano plazo”.

No recomendable. Destacó que al emplear venenos lo que se hace es afectar a la población momentáneamente, y también con frecuencia son intoxicados los animales silvestres (especialmente rapaces diurnas, búhos y lechuzas) y domésticos (gatos y perros) que consumen a los roedores envenenados. “Pero las ratas y ratones tienen alta resistencia y se reproducen rápidamente, cuando cesa el veneno la población vuelve a ser la misma o superior, ya que quedaron sin depredadores al ser estos intoxicados”.

En el caso de la costanera, “lo que se puede hacer es combinar un control físico inicial empleando trampas y rapaces entrenadas, combinando con la instalación de posaderos artificiales y cajas nido para atraer rapaces silvestres que establezcan territorios en la zona, esto crea un área de peligro para las potenciales plagas y mantiene su población controlada a largo plazo”, destaca Ali.

Según los expertos, el mismo método se emplea con éxito en costaneras de países vecinos y Europa.