La empresa está revisando la cámara de seguridad para ver si existe indicio de quiénes pudieron haber sustraído y compartir con sus pasajeros para identificar a los responsables. En ese sentido, estiman que una sola persona no pudo haber sustraído todas las siete tomas de USB, y calculan que los rateros fueron dos a tres personas.
“Toda la fila que está detrás del conductor quedó sin la conexión de USB. Se llevaron las tomas y cortaron los cables”, dijo Fernando Denis, gerente de la empresa Magno. Solo dejaron tres cargadores de la otra fila. Apuntó que lo sustraído ya no podrán utilizarlo porque está hecho solo para emplearlo en el sistema existente en el colectivo.
“Apelamos a nuestros pasajeros, a que denuncien cuando se está dañando o sustrayendo elementos de los ómnibus”, indicó Denis. Pese a este acto de vandalismo, la empresa tiene la decisión de continuar prestando el servicio de cargadores de celulares.
El empresario relató que son 25 ómnibus que fueron importados de China con toda la instalación de los cargadores de celulares.