La menor es estudiante del colegio Santa Ana, de Ciudad del Este, y, según la denuncia, tuvo que pagar G. 500.000 de multa por cada vez que faltaba a las reuniones que se realizaban a la medianoche, según los antecedentes. Supuestamente, una persona adulta de nombre Ángel Ramírez es quien retira el dinero para la barra.
La plata era siempre entregada por el compañero de grado de la menor, quien fue el que le invitó a unirse al grupo.
El dinero era sustraído del ahorro de su padre y entregado al compañero de grado, quien abonaba su multa en el patio del colegio, hasta donde ingresaba el supuesto integrante de la barra para retirar la multa.
La menor de 14 años fue añadida al grupo por su compañero de escuela, pero dijo que nunca pudo participar de las reuniones que eran obligatorias, porque se realizaban supuestamente a la medianoche y ella no podía salir de la casa a esa hora. (E.M.)