El portavoz de la organización, Mario Andrada, reconoció ese déficit, que atribuyó a la falta de ingresos por venta de entradas y por patrocinio.
“La razón por la que tomamos fondos (de los Olímpicos) es que la venta de entradas y los patrocinios no han ido como esperábamos”, comentó Andrada.
De 2,3 millones de entradas emitidas para los Paralímpicos, se han vendido 300.000, el 12 %. El hecho de que en la última jornada, tras el comienzo de una campaña publicitaria, se adquirieran 9.000 permite pensar a los organizadores que las cifras mejorarán.
La justicia ha levantado el veto que impedía los organizadores recibir fondos públicos para ayudar a la organización de los Juegos.
“El dinero que nos ha sido autorizado se utilizará en servicios sobre todo para los deportistas, sus desplazamientos, su alimentación, para ofrecerles lo mejor de lo mejor”, aseguró Andrada.
“Organizar en plena crisis unos Juegos sin fondos públicos es un hito histórico del que nos enorgullecemos”, afirmó el portavoz. “Pero la baja venta de entradas y los patrocinios crearon un cierto problema para nosotros. Si contamos con la ayuda del Gobierno, y tras organizar los olímpicos sin fondos públicos, haremos unos magníficos Juegos Paralímpicos”.
La suma que finalmente se necesite “dependerá de cómo vaya la venta de entradas”
“Si los Paralímpicos fueran hoy, necesitaríamos 200 millones de reales para alcanzar el nivel de servicios acordado con el Comité Paralímpico”, dijo.
Los organizadores aseguraron al COI la pasada primavera que ya se habían vendido un 25 % de las entradas para los Paralímpicos. El descenso del porcentaje hasta el 12 % obedece, según Andrada, a que la alcaldía se había comprometido a comprar un paquete para los funcionarios municipales, pero se lo prohibió la justicia por considerarlo electoralista. Habrá elecciones municipales en octubre próximo.
Respecto a la ausencia de público en muchas de las competiciones olímpica, Andrada afirmó que un 11 % de las personas que tenían entrada nos las ha utilizado.
Tampoco hizo uso de ellas el 55 % de los beneficiarios de un programa social de reparto de boletos, destinado a niños y jóvenes.
Andrada volvió a lamentar los abucheos que dedica el público brasileño a sus rivales, pero los consideró inevitables: “Nos entristece, pero forma parte de nuestra cultura”.
