Justina González, una de las hermanas del pescador asesinado, vive en Buenos Aires, Argentina. En comunicación con Última Hora, dijo que la muerte de su hermano está relacionada con la forma en que operan los proveedores de droga de la rivera del Paraná. “Él vivía en una isla de la zona del Paranamí. Frente a su ranchito, necesariamente debía pasar la droga que va río abajo desde Ayolas. Siempre dijo que a muchos le molestaba que él no deseaba colaborar”, afirmó la mujer. Ella denunció que no confía en las autoridades de esta zona, principalmente en el Ministerio Público, y señaló que algunas personas que viven en la localidad de Cerrito, llamativamente obtuvieron muchos bienes sin que se justifiquen sus ingresos. “Nosotros debimos realizar una manifestación para que el fiscal David Cabral empiece a investigar a los responsables”, dijo Justina González.
El jefe policial de Ñeembucú, comisario principal Egidio Miño, dijo que este caso está a punto de resolverse. Señaló que se espera los resultados de balística del arma con el que supuestamente fue asesinado Epifanio González Viveros.