CIUDAD DEL ESTE
Un equipo de hombres y máquinas iniciaron ayer el retiro de basuras acumuladas en la zona baja del barrio San Rafael de Ciudad del Este, tanto en el cauce del arroyo Acaraymí como en los alrededores, debido al desborde que afecta al lugar desde la semana pasada a causa de la crecida de los ríos Paraná e Iguazú, tras las copiosas lluvias registradas en Alto Paraná.
Dos camiones, una retroexcavadora y pequeñas embarcaciones, junto con un grupo de obreros municipales, bajo la coordinación de la Itaipú y la Comuna, están a cargo de la tarea que busca reducir el nivel de contaminación, de manera a evitar que la salud de la población se vea tan afectada.
La tarea durará varios días como consecuencia de la gran cantidad de residuos arrastrados por la corriente del arroyo, que, al no poder salir al río Paraná, retrocede, generando un alto nivel de contaminación. La escena también revela una lamentable práctica de la misma población que ocupa la franja de protección del Acaraymí, que arroja todo tipo de desechos al cauce.
Se le pide a la ciudadanía no entrar en contacto con el agua, debido que está muy contaminada y, al exponerse a ella, puede causar problemas gastrointestinales y otros.
La zona baja, donde están los barrios San Agustín y San Rafael, es un terreno muy accidentado, con pronunciadas pendientes. Se estima que son al menos 5.000 familias las que viven en el lugar.
CONCIENCIACIÓN. La escena que se observa en el lugar impresiona a extraños. Sin embargo, peligrosamente, los lugareños se acomodan y esperan que todo se normalice. “Hacemos dos cosas, por un lado, estamos retirando la basura y, por otro, hablamos con la gente para no arrojar más sus desperdicios al arroyo. El problema es que la gente tira su basura en el cauce y con la lluvia y el raudal empiezan los inconvenientes, porque los residuos se acumulan en todas partes”, explicó la abogada Magda Gómez, de la Dirección de Acción Social, que junto a la Cruz Roja, Emergencia Nacional y la Itaipú asisten a los damnificados.
Confirmó que luego de concluir el trabajo de limpieza, se iniciará la tarea de fumigación, prevista para este fin de semana.
En total unas 100 familias fueron evacuadas hasta albergues y zonas más seguras, por temor a ser afectadas por la crecida. El nivel máximo al que llegó hasta ahora el arroyo Acaraymí es cota 114. “Sube y baja, ese es el problema. Gracias a la previsión de Hidrología de Itaipú, a la gente se la pudo reubicar a tiempo y no perdieron ninguna de sus pertenencias. No todas las personas trasladas tienen sus casas afectadas, pero había esa posibilidad, por lo que optaron por salir y así evitar problemas”, añadió.