EFE
“Nuestra investigación respalda la idea de que respirar por la boca puede ser un factor fortuito vinculado a las enfermedades dentales como la erosión del esmalte y la caries”, dijo la jefa de la investigación, Joanne Choi, a Radio New Zealand.
En la investigación se estudiaron los niveles de pH oral de diez voluntarios que durmieron de forma alterna con unas pinzas en la nariz que los obligaba a respirar por la boca durante el sueño.
En el estudio, publicado en el Journal of Oral Rehabilitation, se descubrió que los pacientes que fueron forzados a dormir con la boca abierta tenían un pH promedio de acidez de 6,6 comparado con el ph neutro de 7 que se registró en los que respiraban por la nariz durante el sueño.
Muchas veces el nivel cayó a 3,6, que está muy por debajo del umbral de 5,5 cuando comienza a desmineralizarse el esmalte, en los casos en que los voluntarios fueron forzados a respirar por la boca, agregó la fuente.
El pH, cuyos valores normales oscilan entre 5,6 y 7,6, ayudan a proteger la integridad de la mucosa, arrastrar restos alimenticios y bacterias, neutralizar los ácidos y remineralizar las lesiones dentarias y posee, además, propiedades antibacterianas.