Se desató la alegría en el campo y el bullicio en las gradas. Muy temprano el Guma marcó la diferencia en el marcador y también en el desarrollo del juego. Su rival de turno nunca mostró respuesta para revertir la situación. El Independiente de ayer estuvo lejos de rendimientos anteriores, tanto así que no logró generar una situación clara de gol.
cuesta arriba. Para complicar más las cosas al equipo de Celso Ayala y facilitarlas al de Jubero, Óscar Velázquez cometió un penal y se hizo expulsar. Sasá no perdonó y el cántico de “¡Guma campeón!” comenzó a sonar con más fuerza y certeza.
En la complementaria, la expulsión de Andrés Duarte, por roja directa, simplificó las cosas para el local, que si bien tuvo más jugadores, no supo sacar provecho de ello para ampliar la diferencia.
La visita opuso resistencia como pudo, amontonando hombres atrás, pero sin ningún tipo de fuerzas para intentar algún avance en ofensiva.
Los más de 30 minutos de juego restantes sirvieron para que los hinchas se diviertan en las gradas, ya que el juego estaba resuelto. La famosa ola se hizo presente acompañada de cánticos que hacían alusión a un nuevo título del equipo más ganador del siglo.