Bajo un fuerte dispositivo de seguridad policial, la concentración se llevó a cabo en el lugar que anteriormente sirvió de campamento para los sintierras, en el acceso al lugar donde ocurrió la masacre.
Allí se instaló un altoparlante y a través del micrófono abierto varios oradores repudiaron el actuar de los responsables de la justicia por las condenas a 11 campesinos, de entre 30 y 4 años. Criticaron también a “los latifundistas, a los representantes del Gobierno y a los grupos económicos poderosos del país”.
El monseñor Mario Melanio Medina aprovechó la oportunidad para cuestionar al presidente de la República, Horacio Cartes, acusándolo de “manejar todo en base a plata”. “Domina el poder judicial, domina el poder legislativo, la justicia electoral central, domina todo porque estamos en el reinado de la plata”, precisó el religioso.
Mariano Castro, familiar de una de las víctimas de la masacre, se mostró decepcionado por la confirmación de las penas, y aseguró que si no obtienen un resultado favorable en la máxima instancia judicial, recurrirán a instancias internacionales para demostrar la injusticia que se cometió contra los condenados.
Las críticas también apuntaron hacia la labor de Jalil Rachid, “quien sería premiado como fiscal general del Estado”, indicaron.