Al parecer, las constantes intromisiones de la escritora en la película hartaron a Taylor-Johnson. “Su relación con E.L. es absolutamente tóxica.
Se desprecian y se culpan mutuamente de los problemas con la cinta”dijo una fuente del entorno de la directora al diario The dealy mail.
El conflicto principal entre ambas era en el tono sexual del film, según relatan las fuentes
Los mayores problemas se debían a las escenas de sexo. Erika -la autora- quería que la película fuera fiel a los libros y mucho más explícita. Pero Sam quería que la historia fuera algo más que sadomasoquismo, informó lanacion.com.ar
El resultado final es ya conocido: una taquilla espectacular a pesar de las críticas demoledoras.