De confirmarse las informaciones publicadas por la prensa internacional que señalan el malestar de los productores con su nueva apariencia, Renée Zellweger dejaría de ser la carismática Bridget Jones, publicó elpaís.com.
Aunque la actriz no confirmó que se haya hecho ninguna operación, su rostro totalmente cambiado, sorprendió a su paso por la gala de premios a la mujer en Hollywood.
Según la revista US Weekly, la actriz de Jerry Maguire puede haber pasado por el quirófano en un intento de labrarse una apariencia más estándar que le consiga más papeles en la industria cinematográfica.
Su último estreno memorable fue la tercera entrega de Bridget Jones y de eso ha pasado ya una década. Después, otras de sus películas, como Mrs. Potter, Appaloosa, Case 39 y My Own Love Song, pasaron desapercibidas por el público cuando no apaleadas por la crítica.
Aunque ella aseguró que su aspecto se debe a la vida sana y a su felicidad, diversos diarios aseguran que los productores de Bridget Jones están tan descontentos con su nuevo físico que están pensando en sustituirla en esta cuarta entrega, en la que Hugh Grant anunció ya que no tomará parte.
Las mismas fuentes indican que hay incluso una sustituta en mente, la también rubia Reese Witherspoon, protagonista de comedias como Legalmente Rubia. El cambio vendría acompañado de un cheque de 25 millones de euros para que la actriz acepte el papel de la joven con problemas de peso y gane los kilos requeridos para el trabajo. El mismo dinero que podría haber perdido Zellweger.