BRASILIA - BRASIL
El diputado Sergio Zveiter, instructor de una comisión parlamentaria que analiza una denuncia de corrupción contra el presidente Michel Temer, consideró ayer que hay serios indicios para iniciar un juicio penal contra el mandatario.
Esa conclusión fue volcada en un informe presentado por Zveiter a la Comisión de Constitución y Justicia de la Cámara de Diputados, que debatirá en los próximos días las acusaciones de la Fiscalía que pueden llevar a la suspensión de Temer de sus funciones durante 6 meses.
Tras el debate en esa comisión, que puede consumir hasta 5 días, el informe de Zveiter será votado en el pleno de la Cámara Baja y, si es apoyado por dos tercios de los diputados (342), la Corte Suprema será autorizada a instaurar el juicio penal, con lo que suspendería a Temer durante los 180 días que duraría el proceso. Zveiter dejó de lado su condición de miembro del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que lidera el propio Temer, y elaboró su informe, según dijo, sobre la estricta base de los documentos en que la Fiscalía se apoyó para formular la denuncia.
El instructor aclaró que la admisión de la denuncia no supondría culpabilidad, sino el inicio de un proceso penal que esclarecerá la verdadera responsabilidad del presidente, a quien la Constitución le garantiza el más amplio derecho a la defensa.
El fiscal general, Rodrigo Janot, fundamentó su acusación en testimonios dados por ejecutivos del grupo cárnico JBS, que en el marco de un acuerdo de cooperación han afirmado que sobornan a Temer desde 2010 a cambio de favores políticos. Además, entregaron un explosivo audio grabado por el dueño de ese grupo, Joesley Batista, durante una reunión que tuvo con Temer en la residencia oficial de la Presidencia y en el que relata, frente al silencio del mandatario, diversas maniobras ilegales que hacía en beneficio de esa empresa ante ministerios e incluso algunos jueces.
La acusación también sostiene que Temer sería el destinatario de 152.000 dólares que su antiguo asesor Rodrigo Rocha Loures recibió del grupo JBS y estaban en una maleta que le fue entregada en una pizzería de Sao Paulo, lo cual fue filmado por la Policía Federal, que ya entonces le vigilaba. Rocha Loures, acusado en el mismo proceso que implica a Temer, está bajo libertad vigilada y ha admitido la recepción del dinero, pero aún no aclaró por qué le fue entregado ni tampoco si en realidad era para el mandatario, como sostiene Batista.
La defensa de Temer negó todos los cargos, calificó la acusación de pieza de ficción y ha asegurado que no existe en la denuncia presentada por la Fiscalía una sola prueba que demuestre las hilaciones que sustentan la acusación.
Asimismo, descalificó los audios entregados por Batista a la justicia, sobre los cuales sostiene que fueron editados, que no fueron sometidos a un análisis técnico independiente y carecen de valor probatorio, pues fueron obtenidos en forma clandestina.