A esto se suma que el alumbrado público se encuentra sin corriente eléctrica en varias de las calles, lo que torna oscura la vía pública y genera temor en las personas que habitan el lugar ante la posibilidad de que puedan ser asaltadas en horas de la noche.
El padre Pedro Velazco, del Centro de Ayuda Mutua Salud para Todos (CAMSAT), del Bañado Tacumbú, recordó que este albergue fue habilitado hace 20 años y que hoy debería ser “un hotel de lujo y no un sitio en el cual las familias pasan por todo tipo de necesidades por la falta de infraestructura adecuada”.
Por su parte, Artemio Benítez, de la organización Asamblea Unidos por la Franja Costera, criticó la falta de planificación para traer a los evacuados de la crecida a este sitio. “Es inadmisible que se los traiga a un lugar donde no hay baños, ni iluminación. La gente se ingenia y estira la energía desde las columnas. Y eso es peligroso. Si alguien se electrocuta, quién va a responder por eso”, sostuvo.
RESPUESTA. Por su parte, Jorge Blanco, funcionario de la SEN, indicó que los sanitarios fueron saqueados casi por completo, al igual que las piletas de lavado de ropas y los cables del tendido eléctrico.
“Estamos reparando los baños. Habilitamos otro en un sector posterior del refugio mientras ponemos en condiciones todos los demás”, agregó; al tiempo de admitir que no se previó el sistema de seguridad en todo el tiempo en que este refugio estuvo cerrado.