Como desafío, citó que el Paraguay debe apostar a una mayor inversión en infraestructura, pero, atendiendo a que hay menos recursos públicos, se tendrán que conseguir estos fondos de forma adecuada.
También instó a fomentar la capacitación del capital humano pensando en los desafíos que impondrá la economía nacional en un futuro próximo. “Tenemos que invertir en educación, pero en educación de calidad. Crear un ambiente de negocios donde sea fácil establecerse y generar empleos”, recomendó.
Respecto a los desafíos de carácter social, el vicepresidente del Banco Mundial para América Latina dijo que el Estado debe velar por una mayor proyección a los sectores más vulnerables, para que el crecimiento económico sea más incluyente.
Al ser consultado sobre el acelerado aumento de la deuda pública que ha tenido el Paraguay en los últimos tres años, principalmente por los millonarios créditos internacionales y emisiones de bonos, respondió que la visión que se tiene desde afuera es diferente.
“Nosotros vemos a Paraguay con un nivel de endeudamiento del 20% del producto interno bruto, que es uno de los más bajos de la región, que si es bien manejado es razonable”, manifestó.
Finalmente, consideró que la leve reactivación económica que se está notando en nuestros principales vecinos, Argentina y Brasil, puede significar a futuro una mayor oportunidad del crecimiento local.