28 mar. 2024

Recordando un pronunciamiento

Se fueron los campesinos y les agradezco que con su testimonio de vida hayamos publicado los jesuitas este pronunciamiento.

“En un país como el nuestro, todavía con miedo cuando se trata de reivindicar con libertad sus propios derechos, los campesinos siguen siendo la vanguardia de la lucha pacífica por la justicia y la igualdad de todos los paraguayos. Todos ganamos con su perseverancia”.

“Se movilizaron los dueños del transporte público y consiguieron subsidios, al menos en dos oportunidades, por más de 100 millones de dólares. Los beneficiarios fueron un reducido número de personas

Beneficiada fue también la azucarera Iturbe. El subsidio estatal alcanzó 15.000 millones de guaraníes (UH 11/8/2014). No podemos saber cuántos han sido los reales beneficiarios de esta suma de dinero subsidiado. Sí sabemos que este recurso no llegó a muchos de los pequeños productores de caña de azúcar de la zona, verdaderos perjudicados de la quiebra”.

“Otro caso, quizá el más paradigmático, es la subvención a los sojeros. Los grandes propietarios probablemente no pasen de un millar de personas, pero se han hecho con el uso y abuso de amplios territorios y controlan prácticamente el 80 por ciento de las tierras más fértiles del país”.

Y sigue el pronunciamiento con más casos hasta llegar a la denuncia final:

“Queremos expresar con firmeza que este modo de subvencionar y de privilegiar a las elites más pudientes produce escándalo. Se perjudica y se margina a los más indefensos, a los ya empobrecidos, los que más necesitan y que son la mayoría.

Solicitamos, tanto al poder Ejecutivo como al Legislativo, que reconsideren los pedidos de los campesinos enfrentando los problemas reales del campo y tomando decisiones que sean justas, equitativas y den soluciones más definitivas a dicha problemática”. Como jesuita me siento orgulloso de este pronunciamiento dado por la Compañía de Jesús en el Paraguay. Es lo que en este tiempo hubiera expresado Jesús de Nazaret.