El docente Mario Vargas, habitante del lugar, señala que la compañía aspira a pasar a la categoría de distrito por la cantidad de habitantes y los diferentes servicios básicos con los que cuenta, sin embargo, la falta de la ruta asfaltada es un impedimento para el desarrollo adecuado del lugar.
Dicha situación entorpece, sobre todo, al principal comercio de la zona, que es la producción de ladrillos. Según Vargas, son cerca de 250 olerías las que no pueden lograr una venta fluida y con buen precio, por el mal estado del camino.
“Cuando nos reunimos con el ministro de MOPC, Ramón Jiménez Gaona, él nos afirmó que no había presupuesto. Le explicamos la importante producción de las olerías y su respuesta fue que eleváramos el precio de los ladrillos y así estaríamos capacitados para mantener el camino”, relató.
Obra. En la época del ministro del MOPC José Alberto Planás fue adjudicada y pagada la construcción de un empedrado en la zona. Debía comprender 5 kilómetros, sin embargo, apenas concretaron 500 metros y luego la obra fue abandonada.