Por su parte, seis países occidentales, incluyendo EEUU, Francia y Reino Unido, también solicitaron una tregua ante la “catástrofe humanitaria” de la parte oriental de Alepo, segunda ciudad de Siria.
Estos países condenaron también, en una declaración común, la actuación del régimen sirio y de sus socios extranjeros, en particular, la “obstrucción sistemática de Rusia” en los esfuerzos internacionales para poner fin a la guerra en Siria.
El proyecto de alto el fuego podría ser debatido por los jefes de la diplomacia estadounidense y rusa, John Kerry y Serguei Lavrov en Hamburgo (Alemania).
Sin embargo, Siria excluyó cualquier alto el fuego que “no prevea la salida de todos los terroristas” del este de Alepo.
El imparable avance de las tropas gubernamentales en lo que era uno de los principales bastiones rebeldes provocó el éxodo de 80.000 civiles desde el inicio de la ofensiva el 15 de noviembre pasado, informó el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).
Situación desgarradora. Las tropas gubernamentales tomaron el control del casco viejo sin combatir debido a que los rebeldes se replegaron “por temor a quedar sitiados”, indicó el OSDH.
El ejército sirio entró en el casco viejo luego de ocupar los barrios adyacentes de Bab al Hadid y Aqyul, al este de la célebre ciudadela que estuvo siempre en manos del Gobierno.
El avance del ejército, secundado por combatientes procedentes de Irán y el Líbano, es apoyado por intensos bombardeos aéreos contra las zonas aún controladas por los rebeldes, entre ellas, el barrio de Al Zabdiya, indicó el OSDH.
Los rebeldes solo controlarían 10 km² del este de Alepo (de un total de 60 km²). AFP