Cerca de 30 candidatos compiten en las primarias de la capital, de voto obligatorio para 2,5 millones de electores, aunque la atención está puesta en la guerra interna que sacude al Pro y que ha salpicado al propio Macri. En la pelea por suceder al alcalde de Buenos Aires, granero de votos del Pro, compiten la senadora Gabriela Michetti y el jefe de Gabinete del Gobierno de la ciudad, Horacio Rodríguez Larreta.
Macri, que se pronunció públicamente a favor de Larreta, fracasó en su intento de frenar la postulación de Michetti, que no vaciló en denunciar el favoritismo de su antiguo jefe por su contrincante en estas primarias. El triunfo de Michetti, experta en Relaciones Internacionales y ex vicejefa de Gobierno de la ciudad, supondría un golpe para Macri tras su apuesta por Larreta, economista y mano derecha del líder del partido. “Si gana Michetti, pierde Macri”, aseguran analistas locales. “El 26 gana un equipo”, sostiene María Eugenia Vidal, vicejefa de Gobierno de la ciudad. Para frenar la división interna, el líder del Pro ha cuidado personalmente cada detalle de la puesta en escena de la jornada electoral con el objetivo de celebrar el triunfo de cualquiera de los aspirantes como una victoria del partido que puede contribuir a allanar su camino hacia la Casa Rosada.
Además, estas primarias medirán la fortaleza del Pro en su bastión electoral, donde Macri, al buscar la reelección, se apuntó 47% de votos en primera vuelta en las elecciones de julio de 2011, 20 puntos sobre el candidato kirchnerista. efe