Juega en el Augsburgo alemán, ya realizó los trámites de nacionalización y está a la espera de los papeles como paraguayo. El delantero inició los trámites el año pasado para poder vestir la Albirroja. “Se está dando rápido el tema de los papeles”, contó ayer a la 1080 AM y confesó que lo llamaron gente de la Asociación Paraguaya de Fútbol.
ESPERA LLAMADO. “Espero el llamado”, expresó el formoseño con respecto a sus documentos. Bobadilla tendrá un seguimiento especial por parte del cuerpo técnico liderado por Ramón Díaz.
Ganas le sobran: “Sería una alegría, un orgullo, vestir la camiseta de la Selección Paraguaya. Espero con ansias que se puedan concretar los papeles. Voy a seguir trabajando duro; ojalá se pueda dar”.
EL ORIGEN. Formosa es una ciudad de fronteriza con nuestro país con mucha raíz guaraní. Allí nació Raúl, el 18 de junio de 1987. Su abuela es paraguaya; de allí viene la consanguinidad y los anhelos de jugar por la Albirroja.
“Mis abuelos de parte de mamá son paraguayos y es un orgullo poder ser parte de la Selección Paraguaya”, deseó.
Sus inicios en el fútbol fueron en las inferiores de River Plate, pero muy joven emigró al fútbol suizo, donde en el 2006 jugó en el Concordia, de la Segunda División, y marcó 18 goles. En el 2007 pasó al Grasshopper (26 tantos) y dio el salto al Borussia Mönchengladbach (7 tantos en 44 partidos). Jugó en Grecia 6 meses y regresó a Suiza entre 2012-2013 para recalar finalmente en el Augsburgo alemán, donde lleva 4 goles. Es un delantero fuerte de 1.81 m., de buena técnica, efectivo y con buen juego aéreo, capaz de ganar en el mano a mano.
