Durante al menos siete años científicos de la Universidad de Málaga analizaron embriones de hembras de Tiburón grávidas que habían sido capturados por barcos pesqueros en el mar de Alborán.
Tras un estudio desarrollado desde el 2005 al 2011 los científicos analizaron unos 797 embriones que fueron mantenidos dentro de un laboratorio condicionados al mismo ambiente. Pese a ello los estudiosos se encontraron con una rareza: Un tiburón con dos cabezas.
Según expertos el objetivo de tal procedimiento era nada más que analizar el desarrollo cardiovascular, pero, al pasar el tiempo, se encontraron con huevos que envolvían a un embrión bicéfalo, lo que los llevó a seguir con las investigaciones.
El amplio estudio los llevó a determinar que la rara especie pertenecía a la Galeus Atlanticus de la familia de la pintarroja.
Sostienen que el hallazgo fue excepcional porque la malformación en una especie de tiburón ovípara, no había ocurrido antes.
El tiburón tenía dos cabezas, cada una con sus respectivos ojos, bocas y cerebros, además contaban con dos corazones, dos estómagos, dos hígados pero un solo intestino con una válvula espiral, detalló el diario ABC de España.
Pese al hallazgo no se pudieron determinar las causas de la malformación en tal especie, pero sospechan que se trate de una predisposición genética o se deba a infecciones de algún virus.
El animal tuvo que ser sacrificado ante la duda de que el embrión no pueda completar su proceso de desarrollo, además, no existe ningún ejemplar adulto bicéfalo de un tiburón.
Caso similar se registró en Paraguay
Un caso parecido se registró en marzo de este año en nuestro país, pero con la aparición de una víbora con dos cabezas.
Sucedió en la ciudad de Villa Hayes, donde un joven perteneciente a una organización denominada “Vida Salvaje Paraguay”, que se dedica a recatar animales, encontró a una serpiente bicéfala mientras limpiaban un terreno ubicado en el barrio Bourbier de Villa Hayes.
Según especialistas, se trató del hallazgo de una especie conocida como Erythrolamprus. Según los rescatistas, una serpiente de este tipo difícilmente logre sobrevivir. Fue el primer caso presentado en el Paraguay, pero no en la región, ya que Perú y Argentina también registran la existencia de estas especies.