La línea de fondo, con dos centrales de oficio, como Aguilar y Da Silva, teniendo en el recambio a Gustavo Gómez y Fabián Balbuena. Por el extremo derecho la opción utilizada fue Marcos Cáceres, siendo cambios válidos Jorge Moreira e Iván Piris, aunque este puede también jugar por izquierda, acaso el carril más carente, pues en esta convocatoria solo aparece Samudio, que arrancó ante los ticos.
Acaso la orden fue no dejar la cueva, y fueron contadas las ocasiones que esa línea de cuatro del fondo se desacomodó. Resultado: No pasó grandes sofocones.
Conexión. Por momentos se perdió el balón, pero de que esa zona media y la defensa tuvieron buena conexión se celebra, Paraguay no se hizo tan largo, no se abusó de los pelotazos y se intentó jugar con acciones creadas en el medio.
Es cierto, falta el diferente, el que aquiete la pelota, que haga la pausa, que levante la cabeza. Por allí puede ser importante Néstor Ortigoza, el pensante, o un Jonathan Fabbro. En contención existe y de sobra. Richard Ortiz en ese nivel resultará casi impasable. Victor Cáceres y Osmar Molinas completaron la faena de obstruir y lo lograron. De recambio aparece Fidencio Oviedo o el mismo Osvaldo Martínez, este además con oficio de lanzador. Por los extremos Bobadilla rindió alto, y el Pájaro en lo que sabe: un abrelatas. Habría que verlo a Raúl más de punta, como en aquella jugada que conectó de cabeza y otra que hizo diagonal. Lucas Barrios cumplió arriba soportando todo tipo de golpes. Santa Cruz es opción válida para esa función, pero bien metido arriba.