EL CAIRO - EGIPTO
Más de 400 personas han muerto en atentados coincidiendo con la celebración del ramadán, el mes sagrado musulmán que comenzó el 6 de junio y que se convirtió en uno de los más sangrientos de los últimos años.
Solo en la última semana, los yihadistas han convertido Bagdad, Estambul, Dacca y las ciudades saudíes de Medina, Yeda y Qatif en objeto de sus ataques, causando más de 250 muertos.
Hoy, primer día del Aid, los parientes se reúnen alrededor de la mesa para el tradicional banquete, que tiene lugar generalmente en la casa del miembro más anciano de la familia.
En Arabia Saudí, donde ayer se registraron tres atentados, uno de ellos contra la mezquita del profeta Mahoma en la ciudad de Medina, que causó cuatro muertos, está previsto un gran número de eventos festivos y lúdicos para el Aid al Fitr. La Gobernación de Riad, capital del reino, organizará un total de 200 actividades, entre ellas obras teatrales, espectáculos pirotécnicos, exposiciones culturales y de artesanía, y establecerá puestos con comida típica en las calles de la ciudad. Las autoridades saudíes no han anunciado la adopción de medidas de seguridad excepcionales, a pesar de los ataques que ayer golpearon las localidades de Yeda y de Qatif, en los que no hubo víctimas mortales, además del que tuvo como blanco la ciudad de Medina, el segundo lugar más sagrado para los musulmanes tras La Meca.
NUEVO ATENTADO EN SIRIA. Al menos 16 personas murieron y otras 40 resultaron heridas en un atentado suicida perpetrado este martes en un barrio mayoritariamente kurdo de la ciudad de Hasaké, en el noreste de Siria, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
“Un atacante suicida en una motocicleta se hizo estallar en el barrio de Salihiah, en la ciudad de Hasaké”, indicó Rami Abdel Rahman, director del OSDH, y agregó que “16 personas murieron y 40 resultaron heridas, algunas de gravedad”.
Una fuente policial confirmó a la AFP la cifra de víctimas y precisó que el atacante se hizo explotar delante de una panadería.
Este atentado coincide con el fin del mes sagrado del Ramadán, que los musulmanes celebran el miércoles con el Eid al Fitr, la fiesta de la ruptura del ayuno.