Los ocho equipos que determinan si un vehículo sobrepasa la rapidez permitida irán rotando en su ubicación de acuerdo con las zonas en las cuales se producen más infracciones. La velocidad máxima en ruta es de 110 km/h.
Estos nuevos aparatos también pueden filmar lo que ocurre en las rutas a una distancia de 1.200 metros y permiten a la Caminera saber si un rodado se adelantó indebidamente o si el conductor no lleva el cinturón de seguridad puesto.
Sin embargo, el director de la institución, Luis Christ Jacobs, recordó que hasta fin de año los que son descubiertos en infracción, a través de los radares, solo serán amonestados. Desde el 1 de enero comenzarán las multas, que pueden llegar a G. 700.000.
Los agentes también realizarán estrictos controles de alcotest a conductores y verificarán el estado de los automóviles, de acuerdo con el Reglamento General de Tránsito Caminero.
Los inspectores camineros también colaborarán con el ordenamiento del tráfico rutero en zonas de mucho movimiento y realizarán servicios de guardia en los puestos fijos del país.